viernes, 28 de noviembre de 2014

Urano

A simple vista, Urano es un aburrimiento de planeta.  Parece una bola lisa verde-azulada, con pocos de los rasgos característicos que decoran a Júpiter y a Saturno.  Sin embargo, Urano puede tener una historia más interesante que cualquier otro planeta del sistema solar: una colisión poco después de su formación puede haber dejado al planeta de lado.
Los polos de la mayoría de los planetas apuntan en dirección contraria al plano del sistema solar; al igual que los polos de la Tierra, que apuntan hacia el norte y el sur.  Pero los polos de Urano apuntan hacia el este y el oeste , cerca del plano de su órbita alrededor del Sol.  Como resultado, su polo norte apunta al Sol al principio del verano en el norte, y en la dirección opuesta al Sol al principio del verano en el sur.  Ello da a los hemisferios norte y sur del planeta 42 años de luz solar seguidos de 42 años de oscuridad.  La inclinación lateral también crea sistemas climáticos únicos, con vientos y nubes que cambian de dirección con las estaciones.
Uranus
Esta imagen de color falso del Telescopio Espacial Hubble muestra nubes en la atmósfera de Urano (naranjas), los anillos del planeta y tres lunas
Sin embargo, detectar y seguir las nubes de Urano es difícil.  Urano está tan lejos que, observado a través de un telescopio desde la Tierra, parece poco más que una mancha borrosa y verde.  Una capa de niebla encima de la atmósfera le da a Urano un uniforme color verde-azulado, ocultando la mayoría de las formaciones de nubes que se mueven alrededor del planeta.  Sin embargo, hasta hace poco tiempo, cuando los astrónomos empezaron a usar telescopios que compensaban la distorsión producida por la atmósfera de la Tierra, no se podían ver detalles.  Instrumentos de infrarrojo y ultravioleta conectados a estos telescopios pueden atravesar la niebla, permitiendo a los astrónomos profundizar más en la atmósfera del planeta.
Pero, incluso con todo esto, no hay gran cosa que ver.  Urano recibe poco calor del Sol, y apenas produce calor propio, así que no hay ninguna fuente de energía para producir las espectaculares bandas de nubes y sistemas meteorológicos que se ven en otros mundos.
Al igual que en Júpiter y Saturno, debajo de las delgadas capas de la parte superior de la atmósfera de Urano hay una capa de hidrógeno y helio.  En Urano, sin embargo, la capa de hidrógeno y helio no es tan gruesa como en los planetas más grandes, cubriendo sólo una quinta parte de la distancia a la capa de nubes.
Debajo del hidrógeno y helio puede haber una mezcla líquida, o parcialmente congelada, de agua, metano y minerales rocosos.  Pero, a diferencia de la zona de la Tierra donde se juntan los océanos y el aire, entre las capas de Urano parece que no hay una división clara.  La presión atmosférica es tan grande que el líquido y el gas se mezclan en una espesa zona de transición.  Dicha zona rodea un núcleo denso y rocoso. 
Urano está rodeado de anillos estrechos, pero su material es más oscuro que el carbón. Por eso, los astrónomos no los descubrieron hasta 1977, cuando los anillos bloquearon la luz de una estrella que estaba a punto de pasar por detrás de Urano. Los anillos son los más delgados de todos los planetas del sistema solar, y constan de una única capa de partículas.  Algunas de las partículas, sin embargo, son del tamaño de camionetas, lo cual es mucho más grande que la mayoría de las partículas de los anillos de otros planetas. Estas grandes partículas sugieren que los anillos se formaron hace relativamente poco tiempo, cuando una luna pequeña quedó pulverizada tras colisionar con un cometa o asteroide.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario